ARISTÓFANES

Aristófanes

Estuvo muy relacionado con el mundo político y literario de su época (445 a. C. -385 a. C.). Se muestra defensor de los viejos ideales y poco amigo de las nuevas tendencias de la sofistica. No se le puede considerar enemigo de la democracia, a pesar de que en sus sátiras políticas supo señalar las debilidades de un sistema que ya se tambaleaba. Nos han llegado once comedias:
•    La más antigua es Los Acarnienses, en la que se hace una sátira de la Guerra del Peloponeso y de los generales que la dirigen, la guerra aparece como una cosa absurda y cruel.
•    Los Caballeros es un furibundo ataque al demagogo Cleón y a la democracia que permite a tal persona gobernar una ciudad.
•    En Las Nubes aparece un Sócrates ridículo, identificado con los sofistas. Es un charlatán, viejo sórdido que masculla palabras ininteligibles, director de una singular escuela, a la que se dirige un viejo campesino del Ática con su hijo, para aprender a librarse de sus acreedores.
•    En Las Avispas la burla va dirigida a los tribunales de justicia y al modo en que se realizan los juicios.
•    En La Paz la sátira alcanza a los dioses: un campesino ateniense cansado de la guerra sube el cielo montado sobre un escarabajo para liberar a la Paz, prisionera de Ares, y llevarla a Atenas.
•    Las Aves destaca por su fantasía y por el lirismo de sus coros. Las aves, persuadidas por dos aventureros, construyen su imperio en los cielos y los dioses tienen que entrar en negociaciones con ellas, ya que no les permitían recibir el humo de los sacrificios.
•    Lisístrata (411 a.C.) es una sátira contra la Guerra del Peloponeso, reanudada ese ano. Todas las mujeres de Grecia tratan de conseguir la paz negándose a cumplir con sus deberes matrimoniales, en tanto sus maridos no consigan firmar la paz.
•    En Las Tesmoforias las mujeres de Atenas quieren vengarse de Eurípides, por considerar que este las difama en las tragedias.
•    El tema central de Las Ranas es la crítica literaria, el enfrentamiento entre el arte viejo y el arte nuevo. En el Hades son enfrentados y juzgados Esquilo y Eurípides, para decidir cuál de ellos debe volver a la vida, ya que han muerto todos los buenos poetas trágicos y Atenas necesita uno. Esta es la obra más dinámica y cómica por la parodia de los poetas y de los dioses.
•    Después del 404 a. C., año en el que Atenas fue derrotada por Esparta, la critica descarada ya no es adecuada. En las comedias posteriores hay más elementos fantásticos. En Las Asambleístas hay una guerra de sexos y aspiración a un mundo ideal.
•    En Pluto la 'riqueza' esta ciega y no sabe donde debe ir. Estas últimas obras carecen de parábasis y presentan ya ciertos rasgos de la Comedia Nueva.

Aspectos formales de la obra de Aristófanes

•    El verdadero vehículo de humor para Aristófanes es la lengua, sus juegos de palabras son inagotables, llega a crear auténticos engendros verbales.
•    Saca partido de todas las posibilidades de distorsión y doble sentido que ofrecen los nombres propios. Mezcla los más zafios vulgarismos con elevadas formas poéticas. Parodia el lenguaje sublime de la tragedia.
•    Por medio de la sátira y la burla sugiere ideas nuevas sobre la vida y rechaza las desigualdades. Asimismo, se muestra contrario al ala más radical del imperialismo ateniense y critica la política belicista de los demagogos posteriores a Pericles.

Argumento de Lisístrata

Una ateniense llamada Lisístrata (su nombre significa literalmente “la que disuelve los ejércitos”), planeando la reconciliación de los griegos, convoca en Atenas una asamblea de mujeres procedentes de toda Grecia. En esa reunión las convence a todas de que no tengan relaciones con sus maridos hasta que éstos dejen de guerrear entre sí. Las extranjeras se marchan dejando rehenes en la ciudad y ella misma se dirige a la Acrópolis para reunirse con otro grupo de mujeres que se ha apoderado de la ciudadela.
Un grupo de viejos ciudadanos acude corriendo a las puertas de la Acrópolis con antorchas y fuego, pero las mujeres al mando de Lisístrata resisten y les obligan a retirarse tras defenderse con cubos de agua. Al poco tiempo, se acerca también un magistrado con unos arqueros para desalojarlas por la fuerza, pero igualmente es derrotado por completo. Cuando éste les pregunta cuáles son sus intenciones para haber actuado de esa forma, ella les responde que al controlar el dinero no consentirán que los hombres lo usen para hacer la guerra y que las mujeres sabrán administrarlo mucho mejor, para que de ese modo se acabe pronto la guerra. Posteriormente el magistrado se marcha para contárselo todo a sus colegas e impedir que las mujeres tengan éxito en su misión.
Poco después, algunas mujeres son capturadas cuando se escapaban en busca de sus maridos, incapaces de contenerse, aunque Lisístrata consigue convencerlas para que resistan. Luego, aparece por allí Cinesias, un ciudadano deseoso de tener relaciones con Mirrina, su mujer, a la que intenta convencer por todos los medios, apelando incluso a su espíritu maternal, ya que trae consigo a su hijo pequeño. Sin embargo, Mirrina no cede al chantaje y, tras hacerle concebir falsas ilusiones, lo deja más desesperado que antes.
Posteriormente llegan unos embajadores lacedemonios, que, tras revelar lo que les está pasando también a ellos con sus mujeres, vienen a parlamentar. Entonces los ancianos vuelven a la normalidad con las mujeres y ambos se reúnen en un solo coro. Finalmente Lisístrata empuja a la reconciliación tanto a los embajadores lacedemonios como a los irritados atenienses, haciéndoles recordar la amistad que en tiempos hubo entre ellos, consigue que firmen la paz públicamente, los acoge en una fiesta a todos y les entrega a cada cual su mujer para que se la lleve.