LA ÉPICA GRIEGA. HOMERO. LA ILÍADA

Tema 1. La épica griega. Homero. La Ilía
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HOMERO

 

Es el símbolo de la épica y el poeta por excelencia. La leyenda nos habla de su vida y nos lo presenta en Quíos u otra ciudad microasiática, deambulando ciego o jefe genial de una escuela de rapsodas, entre los siglos IX y VIII a. C. A él se atribuye, además de la Ilíada y la Odisea, los himnos de su nombre (34) dedicados a diversas divinidades (Hermes, Deméter, Apolo, etc.). También se le atribuyen poemas: Batracomiomaqia (parodia épico-burlesca), el Margites (cómico asimismo), la Tebaida, los Epígonos, los Cantos ciprios.: estas falsa atribuciones se fundamentan sólo en que Homero es el símbolo de la poesía épica para los griegos.

 

No se sabe con exactitud la época en la que vivió ni su patria, y se ha llegado a poner en duda incluso su existencia, sobre todo a partir de las conjeturas de los críticos franceses del siglo XVII, y del alemán Wolf, de finales del XVIII. Sostenían que no había existido un Homero autor de la Ilíada y da la Odisea, ni los dos poemas podían ser de un mismo autor ni época y que ni siquiera podía hablarse de un autor personal y único, sino de un conglomerado de pequeños cantos épicos originariamente independientes, obras quizá del espíritu popular, que en sucesivas refundiciones de compiladores anónimos, habían dado lugar a poemas más extensos. Luego, la mentalidad popular habría atribuido su paternidad a Homero.

La polémica sobre este tema , bautizada con el nombre de “la cuestión

homérica", ha dividido a los filólogos y a los críticos literarios hasta bien entrado nuestro siglo en unitaristas, defensores de la unidad de autor, y analistas, quienes siguiendo las teorías de Wolf tratan de explicar la génesis de ambos poemas prescindiendo de un autor personal.

Hoy puede decirse que las posturas se han acercado; nadie sostiene que Homero sea el autor, en el sentido moderno, de los poemas, es decir, que Homero se inventase la Ilíada, y mucho menos la Odisea, cuya cronología es sin duda posterior. Es evidente e innegable la existencia de una larga tradición épica oral en Grecia que se remonta hasta plena época micénica; en esta tradición épica el 'autor' o 'autores' de la Ilíada se han basado ampliamente, tanto en la temática como en el aspecto formal de dicción y métrica. Pero tampoco ningún analista niega ya la existencia de una persona que, partiendo de estos materiales preexistentes, los organiza dentro de un plan general, y es responsable, al menos, de la estructura de uno y otro poema. Efectivamente, el análisis de los poemas homéricos, especialmente de la Ilíada, refuerza la impresión de unidad y la dinámica de sus casi 15.000 versos, exige una mano maestra que organice el conjunto.

Resumiendo: Sin que nada esté demostrado, es muy probable la existencia de un poeta de carne y hueso llamado Homero en la región de Quíos y Esmirna, en Asia Menor, y que debió desarrollar su actividad literaria durante el siglo VIII a.C. Puedeser el "autor" de la Ilíada, pero no de la Odisea.

 

Los poemas homéricos: la Ilíada y la Odisea.

 

Los poemas se hallan insertos en un gran hecho de armas: la conquista micénica de la ciudadela de Troya, que, según los testimonios arqueológicos, pudo tener lugar hacia 1250 a. C. o poco después. Tales sucesos debieron impresionar al pueblo griego lo suficiente como para que sus cantores se decidieran a componer poemas que lo recordaran.

Y sin duda, los poemas homéricos (al menos la Ilíada) arrancan de esta épica micénica, puesto que en ellos hay incorporados datos (elementos y lugares desaparecidos) que un griego de la época de Homero no podía conocer. Si todas estas noticias han sobrevivido desde el siglo XIII hasta el siglo VIII es gracias a la tradición oral y sus procedimientos.

El fondo más o menos históricos de los poemas épicos griegos no hacia de ellos una mera historia del pasado. Por el contrario, el enaltecer las hazañas del pasado convertía a los héroes que las llevaban a cabo en un ideal digno de imitación; lo mismo que al mostrar las tristes consecuencias de sus errores incitaba a reflexionar sobre las pautas del comportamiento humano.

La lengua de los poemas homéricos es una lengua artificial, meramente literaria, que no se corresponde con ningún dialecto griego de ninguna época o región determinada. Al estar escritos en una lengua que no era un dialecto local adquirían un carácter suprarregional, contribuyendo sin duda a la formación de una conciencia panhelénica.

 

 LA ILÍADA

 

Argumento

 

No explica la guerra de Troya sino un episodio de ella, ocurrido hacia el fina de la contienda, llamado La cólera de Aquiles. Este héroe, verdadero protagonista del poema desde su primer verso hasta el último, se encoleriza contra Agamenón porque éste le ofende arrebatándole la esclava Briseida que le había correspondido en el reparto de un botín. Aquiles se retira de la guerra, lo que ocasiona a los aqueos un terrible descalabro militar que les pone al borde de la ruina. Aquiles consiente en que su más querido amigo, Patroclo, salga a combatir para salvar a los aqueos del desastre, pero Patroclo, aunque lo logra, muere en el empeño a manos de Héctor, el campeón troyano. Esto causa la desesperación de Aquiles que, reconciliándose con Agamenón, sale a combatir y mata a Héctor. Con los funerales de Patroclo en el campamento aqueo y de Héctor en la ciudad de Troya se cierra la epopeya, cuyo argumento es rectilíneo y sin ningún corte.

 

Estructura

 

Consta de 24 cantos y de algo más de 15000 versos, todos ellos en hexámetros dactílicos.

Al leer la Ilíada nos damos cuenta que está formada por episodios que gozan de una cierta independencia. Citaremos los siguientes: Cólera de Aquiles, Designio de Zeus, Patroclía, Venganza de Aquiles, Juegos en honor de Patroclo, Muerte de Héctor, Catálogo de naves, Catálogo de aliados troyanos, Ticoscopia, Revista de tropas, Aristía de Diomedes, Combate de Paris y Menelao, Combate de Héctor y Áyax, Dolonía, Teomaquia.

Tales episodios son el tipo de narraciones relativamente breves que pudieron cantar los aedos históricos. Probablemente proceden de repertorios o leyendas distintas del ciclo troyano y su antigüedad es muy diferente.

No obstante y a pesar del este carácter episódico, la Ilíada es un poema unitario y bien planeado estructuralmente, pues todos los episodios están entretejidos, y la composición es dinámica y dilatoria. En efecto, todo está pensado para ir dando tensión dramática al relato; así, el desastre griego previsto por Zeus en I no se produce hasta XI; en XI se concibe la intervención de Patroclo, pero ésta no se produce hasta XVI; Patroclo muere en XVI pero Aquiles no se entera hasta XVIII y sólo combate en XX. Todos los actores parecen saber que Troya caerá: lo sabe Agamenón, y lo sabe Diomedes. El propio Aquiles sabe que ha de morir, pues su propia madre se lo dice.

La Ilíada es un poema guerrero y pesimista: se inicia con la cólera de Aquiles y acaba con la pira de Héctor. Pesimista es la concepción del hombre en la obra, pues aparece como un ser miserable; no hay forma de escapar a la voluntad de los dioses que engañan a los hombres, incluso a sus devotos; ni la piedad ni la virtud sirven a la hora de la muerte.

 

Argumento  desglosado de la Ilíada

 

Canto I.- Apolo envía la peste al campamento griego pues Agamenón no quiere devolver a Criseida a su padre, Crises, sacerdote del dios. Para acceder a ello, Agamenón le quita a Aquiles a su esclava Briseida. Aquiles se retira de la lucha. Tetis, madre de Aquiles, pide a Zeus que devuelva el honor a su hijo y él promete hacerlo.

Canto II.- Agamenón trama volver a Grecia para probar a sus tropas. Marchan contra Troya. Catálogo de griegos y troyanos.

Canto III.- Paris, acusado de cobarde por Héctor, acepta un duelo con Menelao para decidir la guerra. Desde las murallas de Troya, Helena muestra a Príamo a los héroes griegos. Afrodita salva a Paris de una muerte segura.

Canto IV.- Al herir Pándaro –llevado por Atenea- con una flecha a Menelao, se reinicia la lucha.

Canto V.- Diomedea. Diomedes mata a Pándaro, pero Afrodita salva a Eneas. Atenea y Hera ayudan a los griegos. El dios Ares huye vergonzosamente, herido por Diomedes.

Canto VI.- Sigue la Diomedea. El héroe respeta a Glauco al reconocerse ambos como antiguos huéspedes. Despedida de Héctor y Andrómaca.

Canto VII.- Hazañas de Héctor. Lucha con Áyax. Los griegos deciden defender con muro el campamento.

Canto VIII.- Zeus prohíbe intervenir a los dioses. Su trueno, augurio favorable a los troyanos. Sólo la noche salva de Héctor a los griegos.

Canto IX.- Áyax, Ulises y Fénix no consiguen que Aquiles que deponga su ira.

Canto X.- Dolonía. Ulises y Diomedes, introducidos en campo troyano matan a Dolón.

Canto XI.- Hazañas de Agamenón, que se retira herido. Diomedes es herido por Paris y Ulises por Soco. Retroceso griego. Aquiles manda a Patroclo a preguntar a Néstor por los heridos. Néstor le cuenta la derrota griega y le pide que persuada a Aquiles.

Canto XII.- Los Ayantes y Teucro defienden el muro griego. Héctor rompe las puertas.

Canto XIII.- Lucha en las naves. Hazañas de Idomeneo. Los troyanos contraatacan.

Canto XIV.- Agamenón propone huir, pero Ulises se niega. Hera duerme a Zeus y Poseidón ayuda a los griegos. Áyax hace a Héctor retroceder. Victoria griega.

Canto XV.- Huida troyana y despertar de Zeus. El dios renueva su prohibición y hace que Apolo conforte a Héctor. Avance troyano: Héctor va a prender las naves aqueas.

Canto XVI.- Patrocleida. Patroclo viste las armas de Aquiles al frente de los mirmidones. Héctor le da muerte, pero Patroclo le augura que Aquiles le matará.

Canto XVII.- Lucha por el cadáver de Patroclo que recobran los griegos. Menelao.

Canto XVIII.- Aquiles se entera y llora a Patroclo. Tetis lo conforta y encarga a Hefesto armas nuevas para su hijo. Descripción de las armas de Aquiles.

Canto XIX.- Fin de la ira de Aquiles. Devolución de Briseida y reconciliación de los griegos. Llanto por Patroclo. Aquiles se apresta a luchar.

Canto XX.- Zeus permite a los dioses intervenir. Apolo ayuda a Eneas a enfrentarse a Aquiles. Poseidón lo salva. Apolo salva a Héctor, que lucha con Aquiles.

Canto XXI.- Aquiles mata a Licaón y llena el río Escamandro de cadáveres. El río lucha con él, pero Poseidón y Atenea mandan a Hefesto en su ayuda. Apolo engaña a Aquiles y lo aleja de los troyanos.

Canto XXII.- Aquiles persigue a Héctor en torno a la muralla y lo mata gracias a Atenea. Llanto troyano por el valeroso Héctor.

Canto XXIII.- Juegos fúnebres en honor de Patroclo.

Canto XXIV.- Príamo, guiado por Hermes, se dirige a Aquiles para que acepte el rescate del cadáver de su hijo Héctor, a lo que Aquiles accede.

 

 

CARACTERÍSTICAS DE LA ÉPICA

 

La Ilíada y la Odisea presentan diferencias, pero también muchas similitudes formales. Por ello, son los primeros exponentes de un género literario: la épica. Con Hornero comienza la épica literaria, cuyas características son las siguientes:

 

Desde el punto de vista formal

 

• Oralidad. Los poemas circulan de boca en boca, se cantan al son de un instrumento musical.

• Invocación a la musa. Va siempre al comienzo, en la creencia de que la inspiración es consustancial al quehacer del aedo y necesaria para llevar a cabo una buena labor.

• Lenguaje formular. La oralidad se apoya en la repetición. Aquiles «el de los pies ligeros» o Atenea «la de los ojos glaucos» son fórmulas que se repiten cuando el aedo se refiere a determinados personajes. Con frecuencia, se repiten versos enteros.

• Escenas repetidas. Son típicas del mundo micénico como la realización de sacrificios, la celebración de banquetes, la preparación del combate, la escenificación de duelos entre guerreros, etc. Siempre se ajustan al mismo esquema, lo que no es óbice para que se repitan en toda su integridad.

 

 Desde el punto de vista argumental

 

• Gestas de guerreros, hazañas y proezas son el contenido básico de la saga oral. Todo un mundo aristocrático de belicosos guerreros es cantado y exaltado con insistencia e intensidad.

• La muerte en el combate, la muerte heroica, se ensalza como uno de los valores supremos; de ella se derivan la gloria y la fama que perduran más allá de la muerte.

• La intervención de personajes divinos es también una característica de la épica oral más primitiva. En general, se trata de una intervención activa en la acción dramática.

• Digresiones y acciones al margen del eje argumental básico hacen con frecuencia que la lectura resulte compleja, si bien proporcionan datos sobre los aspectos de la vida cotidiana de la sociedad de la época.

A esas líneas maestras de la primitiva épica micénica de tipo oral, Hornero añadió:

• Una organización dramática del material épico recogido.

• Una dimensión humana, de la que carecen muchas de las sagas orales.

• Un verso perfecto, el hexámetro dactílico, lleno de armonía.

• Una lengua de un colorido y de una sonoridad prodigiosas.

• Algunos recursos literarios esbozados en la fase de la tradición oral se elevan a la categoría de una auténtica etiqueta de estilo: comparaciones desarrolladas, símiles, etc.

 

 

Personajes

 

La galería de personajes de la Ilíada es inacabable, por lo que haremos un estudio selectivo de los más llamativos e importantes.

 

Los griegos

 

 

Aquiles, es el protagonista  absoluto del poema. Tiene de todo menos equilibrio. Todas sus reacciones son extremas y, sin embargo, en medio de tanta reacción y comportamiento visceral, razona con coherencia; de su decisión depende el desenlace de la obra.

Agamenón preludia el que será después en los trágicos el exponente máximo de la frustración. Tiene todo el oro de Micenas, toda la autoridad y todo el poder, pero carece de la sangre divina que fluye por las venas de Aquiles.

Áyax es el exponente de la fuerza bruta. Representa el carácter rudo del guerrero al que solo le interesa causar bajas en las filas enemigas.

Diomedes no tiene la fuerza de Áyax, aunque muestra destreza en la lucha. Menos fornido y más ágil que Áyax, viene a ser su complemento. Su contribución al avance de los griegos es muy escasa, por no decir nula.

-  Odiseo dista mucho de ser el personaje fascinante de la epopeya a la que da nombre. Desde el canto II, en el que argumenta frente a Agamenón, hasta su intervención decisiva para no rendirse en el canto XIV, pasando por su fallida gestión  para persuadir a Aquiles, está haciendo gala de sus ideas y de su destreza con la lanza. En medio de tanto guerrero impulsivo y ofuscado, Odiseo es el caudillo capaz de argumentar y reflexionar primero y pasar a la acción después.

Néstor es el reflejo de la sensatez fruto de la experiencia que dan los años. No siempre sus consejos son tenidos en cuenta, pero en los momentos más delicados los diferentes caudillos acuden a él para escuchar su opinión y su consejo. Homero lo ha traído sabiamente al campo de batalla para decirnos que en la guerra no bastan solo los famosos generales y los bravos soldados; la voz de la experiencia debe dejarse oír en el fragor de la lucha.

Patroclo resulta un personaje de una ternura excepcional. En él personifica Hornero los valores del cariño, de la bondad y de la amistad.

 

Los troyanos

 

El bando de los vencidos recibe de Homero un tratamiento excepcional. Son menos personajes, y eso ha permitido al autor concentrarse más en ellos y  sacarles el máximo partido. Globalmente, nos resultan más cercanos.

Héctor. En el bando troyano no existen problemas de liderazgo, lo que permite a Héctor reunir en su persona todas las características de los caudillos griegos.

-  Eneas a su lado es un personaje secundario. Ni puede cargarse nada negativo en su haber ni sus gestas pasan de notables. Precisamente, esa circunstancia será aprovechada magistralmente por Virgilio en la Eneida.                            

París es el segundón, el hermano cobarde, el que no da la cara, el que hiere con flechas..., que, sin embargo, acabará dando en el clavo más preciado. En la saga, que no en la Ilíada, acertará a clavar su flecha en el talón de Aquiles, lo que no logrará su hermano Héctor

Príamo ha recibido de parte del autor un tratamiento exquisito. A la que le dan los años y que le pone en relación con el anciano griego Néstor se une su faceta de padre. Antes, durante y después de la muerte de Héctor, al encontrarse frente a frente con Aquiles, Príamo da un ejemplo de sensatez y de humanidad.

Hécuba compone el cuadro familiar y aporta dramatismo a la muerte de Héctor. La presencia de Hécuba subraya los horrores y los sufrimientos que la guerra a personas inocentes que no participan activamente en ella.                         

Andrómaca completa la idea expresada anteriormente: las mujeres, que no acuden al campo de batalla, pero sufren en sus carnes el dolor de la guerra. Su comportamiento es ejemplar, como esposa y como madre del pequeño Astianacte.